Hace unos días me dijo mi pareja:
– Si recoges tú la ropa yo mientras preparo la cena – Yo pensé que era perfecto porque tardaba menos y quería escribir algunas cosas.
– ¡Estupendo! -le respondí.- Me pongo a ello
– ¡Uf! Qué bien, es que me molesta la pierna y no quiero moverme mucho, para hacer la cena estoy más o menos quieta
Y pensé que había sido un buen trato, tanto ella como yo estábamos contentos de lo que íbamos a hacer y conseguimos el objetivo que era tanto hacer la cena como tener la ropa recogida. A menudo doy formaciones sobre compras, la pregunta del millón es «¿Cuál es un buen trato?»
Lo cierto es que la respuesta es difícil de concretar, yo lo resumo en una frase «Un buen trato es aquel que consigue que todas las partes implicadas se sientan satisfechas» Es genérico y tiene algunos matices importantes:
– No se trata de ganar ni de perder, se trata de que todos ganen algo. Si hay 4 pedazos de tarta y 3 personas. la solución de que cada persona se lleve 1 porción es mejor frente a que 1 persona se lleve 4 porciones. Aunque se haya perdido una en el camino, parecería menos eficiente pero consigue mejor resultado.
– Es difícilmente cuantificable, trata de cómo se siente cada una de las partes. Si repartimos la tarta entre las 3 personas a partes iguales y quien compró los ingredientes, hizo la tarta y la decoró con cariño piensa que merece más porción que los otros….la mejor solución será otra.
– Siempre hay una «tercera vía». No será tu solución ni la mía, será una tercera solución que cubre el 80% de tu necesidad y de la mía donde ninguno de los dos salga favorecido a costa de el otro.
– Hay que gestionar expectativas. Si alguna de las 3 personas tenía mucha hambre y quería comerse media tarta ella sola puede que ni siquiera 1/3 pueda saciar su «hambre». Para ello habrá que ayudarle a cubrir su necesidad de otra forma (quizás haya algo de fruta….)
– Hay que lidiar con el egoísmo, propio y ajeno. Para poder evaluar el trato tendremos que fijarnos que nosotros conseguimos lo máximo que pudimos conseguir sin que sea a costa de los demás. Y cuando tengamos nuestro máximo ¿Qué más da si alguien consigue más? Siguiendo con el ejemplo, si tú tienes tu 1/3 de la tarta deja que tu compañero le regale su porción a su amigo hambriento para que se coma 2/3. El egoísmo te llevaría a pedir que la tarta se repartiera entre 2
Todo depende de lo que es importante para cada uno. Como en la situación inicial lo que para uno puede resultar desagradable a veces es lo que más le apetece a otro y entonces un buen trato es posible. Sólo lo averiguarás si lo planteas, por extraño que te parezca.