Piensa qué cambio te gustaría ver en tu entorno, seguro que hay algo. Siempre lo hay.

En las formaciones y talleres de equipo siempre aparece la quimera de lo bonito que sería todo si tal persona o departamento hicieran las cosas de otra forma. En los talleres de esta semana también ha salido este asunto, siempre sale. Ya nos lo explica la sabiduría popular:

“Es más fácil ver paja en el ojo ajeno que viga en el propio”

Nos encantaría que cambiaran los demás, todo sería más fácil. Es normal que estos pensamientos nos vengan rápidamente a la cabeza. Y lo cierto es que no llevan a ninguna parte porque el resto del mundo cambiará cuando decida cambiar, independientemente de lo que quieras, pienses o desees.

¿Que cambio te gustaría ver a tu alrededor?

Esta semana en uno de los talleres con un equipo maravilloso ha sido la persona más joven la que nos ha regalado una clase de proactividad. Estábamos hablando de ser personas positivas y lo difícil que resulta cuando el entorno no nos acompaña. Entonces nos cuenta cómo ella trata a las personas, a todas, según lo que quiere recibir; a ella le gusta que le traten con alegría, con cariño, con positividad, con tranquilidad y respeto. Con mucha espontaneidad nos dijo que eso le funcionaba con casi todas las personas incluso cuando le llamaban clientes enfadados. Muchas gracias Ariane por compartir con naturalidad esta sabiduría, es un lujo trabajar con jóvenes que tienen esta energía y conciencia.

A esto le sumo un pasaje de la película campeones con la que me he reído, y también emocionado, este fin de semana. Un entrenador que está “en contra del mundo” tiene que entrenar a un equipo de discapacitados y en un momento se produce esta conversación:

  • (Entrenador le dice a su pareja en un tono muy despectivo) A esta edad hay probabilidad de que nuestro hijo nazca con síndrome de down…¡o como estos!
  • (Uno de los jugadores le oye, le mira atentamente y se dispone a decirle algo) Entrenador, a mí también me encantaría tener un hijo normal
  • (El entrenador le mira, no sabe dónde meterse ni qué decir)
  • (Sigue hablando el jugador) No me gustaría tener un hijo como yo. Lo que sí se es que me gustaría tener un padre como tú
  • (En ese momento el entrenador se queda estupefacto y siente y entiende lo que es el amor de verdad)

Es un buen ejemplo de cómo cuando das amor recibes amor. Lo que das recibes. Si quieres ver un cambio empieza a ponerlo en práctica, conviértete en el espejo del cambio que quieres ver. 

 

Para empezar a practicar ese cambio empieza con esta pregunta ¿Qué cambio quieres ver?

 

Y como bonus final os dejo un vídeo que me ha encantado. Explica cómo deberíamos ir por la vida, dejándonos llevar, fluyendo. Lo mejor es que lo hace sencillo y con una canción que conseguirá que guardes el mensaje para siempre ¿Quién no ha oído o cantado alguna vez “row your boat?”