¿Sabes mantener un equilibrio personal perfecto? Tranquilidad, yo tampoco. Hoy escribo sobre el equilibrio personal y la coherencia. Llevo unas semanas absolutamente centrado en el trabajo, hasta el punto de que cuando la semana pasada estuve con un gran amigo y maestro, mi alma gemela, le dije “No tengo nada que contarte de mí, sólo podría hablarte de trabajo”. Se me cayó el alma, menos mal que estoy rodeado de gente que me quiere.

La coherencia es una habilidad directiva muy importante. Hacer lo que dices es difícil y si lo consigues tiene un gran impacto. En esta situación me decía a mí mismo “Que me pase esto a mí que soy El Equilibrista…..” Y el viernes estuve con mi gran amigo y también maestro Bugui Garcia que me ayudó a aclararme en algunos aspectos y me sorprendió con una frase relevadora: “Estás siendo muy coherente” jamás lo habría visto así. Para eso están los buenos coach.

En ese momento lo ví claro, me vino a la cabeza una frase que yo mismo me había repetido muchas veces cuando escribí El Equilibrista:

¿Utilizarías un método para dejar de fumar diseñado por alguien que nunca llegó a fumar?

Y ahí estoy, siendo coherente conmigo y con la importancia que para mí tiene el equilibrio personal. Un equilibrio que nunca es perfecto, que siempre es inestable; que va y viene. Y lo importante es mantenerse en la búsqueda. Y es que la coherencia no tiene que ver con ser perfecto.

Así que ahí estoy, creando desde mi marca personal El Equilibrista un modelo de llevar el equilibrio a los directivos y empresas; descubriendo el clownching, transformando organizaciones a través de C4OL, entrenando coaches en el arte de facilitar equipos con Facilitación Sistémica y desarrollando el juego serio con Metalog. Y en este momento de desfase, prisas y vorágine de actividad, me han sucedido varias sincronías.

Por un lado me he dado cuenta de que algo nuevo está viniendo. Me envió un mail un amigo el mismo viernes que lo confirma; está buscando algún proyecto nuevo y tiene las capacidades necesarias en el justo momento que necesito.

Por otra parte, tenía en el inbox desde hace semanas este poema que decidí leer el sábado. Gracias Ana iglesias por publicarlo es de Bert Hellinger. Ahí lo dejo:

El momento oportuno es un regalo. Por eso hay que esperar a que llegue.

¿Cómo sabemos si ha llegado? Lo sabemos por la fuerza y la capacidad de hacer y decidir por fin lo que desde hace tiempo venía perfilándose como inaplazable, pero que por las circunstancias no pudo acometerse ni llevarse a término.

Por eso el momento oportuno es esperado por muchos al mismo tiempo. Sólo cuando muchos sienten que ha llegado, hace posibles los pasos decisivos.

Pero a menudo le precede una crisis que impacienta a muchos. En la impaciencia, la espera y esperanza de que finalmente suceda algo, crece la fuerza necesaria para la acción”

Bert Hellinger