Como la canción de Alaska “me paso el día sembrando” es lo que me toca en los próximos meses. Y lo hago con gusto, estoy dedicando mucho cariño e ilusión para hacerlo bien, tratando a las personas, clientes, como si fueran, que lo son, mis mayores jefes.

Y me he dado cuenta de que como me gusta lo hago bien. De hecho soy ahora consciente de que vengo haciéndolo hace mucho tiempo. Y ahora estoy recogiendo los frutos de ese trabajo anterior.

Es una gozada quedar con Alberto a ultima hora de la tarde en bilbao para contarle un proyecto. Poder quedar a comer con otro Alberto (al que no veía en años) justo antes de que vaya a recoger a su hijo Guillermo. Maravilloso que otro Alberto (debe ser obsesión lo mío) y Carlos recorran 40km para tomarse algo conmigo, me inviten y se interesen en lo que me pueden ayudar

Me siento afortunado. Cuanto más generoso soy con la vida mas recibo. Mañana seré aun más generoso si puedo. Se que vendrá buen fruto, y si no viene sabré que he hecho bien a alguien.