Esta semana me la he pasado remando. Con ganas, con energía, con ilusión; mirando hacia mi destino el cual (incomprensiblemente) aún no se atisba en el horizonte. Por muy esquivo que quiera ser !acabaré encontrándole!
Y a propósito de remar me han pasado dos cosas muy interesantes para pensar:
– En los momentos difíciles siempre surge la duda de si seguir remando. La cuestión es ¿Tienes un plan mejor? Porque si lo tienes ponlo en marcha, y sino….está claro, sigue remando. Puedes leerlo ilustrado en un simpático cuento corto
– ¿Sabes si estas remando en la dirección correcta? Me ha pasado esta semana que un directivo me explicaba cómo había comunicado a su equipo «Que necesitaba gente remando a favor y no en contra» algo que es muy lógico y comprensible. Ahora bien ¿Saben todas las personas cuál es la dirección correcta para remar? Dedica tiempo a explicar a tu equipo qué significa remar a favor, qué actitudes esperas y cuáles son los objetivos que deben perseguir.
Se que mi destino esta ahí así que seguiré remando hasta que se haga visible. He revisado el mapa y se que (al menos hoy) es la dirección correcta. Y tú ¿Cómo sabes que remas en la dirección adecuada?