El periodo estival es un buen momento para reflexionar relajadamente sobre las actividades que uno realiza y cuestionarse qué nuevas actividades emprender y cuáles abandonar.
A veces mientras uno se encuentra reflexionando y buscando respuestas éstas llegan por sí mismas. Pondré unos ejemplos reales de este verano de actitudes que algunos piensan extintas pero que siguen vigentes en pleno siglo XXI.
Aún queda mucho por hacer por la igualdad
- Un padre hacía un castillo de arena mientras el niño sollozaba «Pero papá déjame, así no me gusta». Eso sí, el castillo quedaba monísimo y el papá muy entretenido
- En algunos momentos había más abuelos con nietos que padres con hijos
- Sillas y sombrillas plantadas a las 9.00am para «reservar» la primera línea de playa (generalmente las planta el abuelo). Quedan libres hasta que sus propietarios aparecen a las 12.00. En este caso a mí me venían muy bien para tener sombra sin llevar la sombrilla 😉
- Padres y madres que mientras sus hijos se caen, se pelean o se dedican a tareas poco educativas están viendo la última noticia, el último tweet o el último mail en su smartphone último modelo. No una mirada furtiva, una sesión completa de móvil
- Padres y madres que no pueden ir a la reunión del colegio porque el horario de la misma es incompatible con el trabajo de ambos
- Un muchacho intenta subirse a su minitabla de surf y se cae. Un familiar (por la edad podría ser su tío) se carcajea de él y le dice «eres una nenaza patosa»
Podría seguir pero con lo de nenaza patosa al menos yo ya cerré la reflexión concluyendo que queda mucho por hacer para alcanzar la igualdad, el equilibrio o la conciliación laboral y familiar. Y espero que este blog ayude en algo, aunque sólo sea a mantener vivo el debate.
