Estas semanas son especiales por la vuelta al cole de los niños y la vuelta al trabajo de los padres y madres y la depresión postvacacional es tema de noticieros y programas varios.

El periodo de adaptación de los colegios y guarderías trata de mitigar ese estrés en los más pequeños. Claro que genera un estrés adicional y pone a prueba la capacidad organizativa de los padres que se preguntan «¿Realmente es necesaria la adaptación? Yo no tuve y aquí estoy»

Una postura un tanto egoista que choca con las razones de realizar un buen periodo de adaptación ya que los niños pasan de estar con la familia todo el día a estar en otro ambiente:

  • Es un cambio y los niños no  siempre se adaptan tan rápido como nos gustaría
  • Se quedan con personas a los que no conocen, pueden tener miedo
  • No conocen las reglas del nuevo entorno, están inseguros
  • Sus padres les dejan por la mañana pero ¿cómo saben que volverán por ellos? niños tan pequeños no tienen noción del tiempo
  • Hay otros niños que lloran, ellos entienden que algo malo pasa

Dicho esto, pidamos que los padres dispongan de facilidades para conciliar el trabajo y el periodo de adaptación, pero no tratemos de eliminarlo porque es bueno para los niños aunque genere un problema de organización para los padres.