Estas semanas están siendo intensas en formaciones y coach con equipos de distintos sectores. El liderazgo o bien es el tema principal o bien acaba apareciendo. Por acción o por omisión. Normalmente, en la primera parte de una sesión de coaching nos encargamos de crear el contexto adecuado.

 

Una de las habilidades del coach es generar el clima para que suceda lo que el equipo necesita. En primer lugar hay que conseguir un espacio seguro para todas las personas, donde puedan expresarse con libertad y sinceridad. Lo más habitual es que los equipos comiencen a «vomitar» todos sus problemas, en este punto reside la clave: hay que ventilar lo necesario y suficiente para que puedan pasar a la fase de resolución y creatividad. No más, o se convertiría casi en una terapia.

 

La mayoría de las ocasiones salen problemas de fondo que podrían resolverse hablando entre distintos departamentos ¿Por qué no ocurre? Porque muchas veces los responsables/líderes de dichos departamentos no lo saben, o les parece de poca importancia, no lo entienden. Y es que hay que bajar al barro con los equipos para poder entender qué les sucede y, desde esa empatía, resolver los problemas con rapidez. Evidentemente, cuando haces esto….lo más probable es que te mojes; y tiene su parte buena. Así, que estimado lider: descálzate, remángate los pantalones y…AL BARRO!

Y tú ¿Cuánto te mojas?