Ser feliz es una cosa. Sentirse feliz es otra. Si estás leyendo esto es más que probable que tengas todo lo necesario para ser feliz. Y puede que no lo sientas así, o incluso que te toque las narices leer que no necesitas nada más. Sigue leyendo.

La velocidad, la circunstancias, la presión social, la tecnología, los modelos que hemos aprendido de pequeños. Montones de cosas nos condicionan. Y os dejo unas simples claves para que os puedan ayudar a sentir más la felicidad que ya tenéis.

  1. Se flexible. La felicidad es intermitente. Es imposible estar plenamente feliz todo el tiempo, hay cosas que van a salir mal, contratiempos, sucesos. Y es normal, acepta que no tienes por qué estar feliz todo el tiempo. Eso es lo que nos están vendiendo con tanta foto monísima en sitios paradisíacos. Ten en cuenta que la gente no airea cuando le va mal (está bien que no lo haga que cada uno tenemos nuestras miserias). Así que cuando te vaya regular piensa “La vida es perfecta así”
  2. Pasa más tiempo en la vida real que en las redes sociales. Repito que en las redes sólo mostramos la cara bonita del asunto. La vida transcurre en tiempo real, en nuestras relaciones reales y no virtuales. En las conversaciones cara a cara y donde dar o no un abrazo es una opción. Acota el tiempo que le dedicas a las redes sociales. Para empezar mira las estadísticas de tu móvil y descubre cuánto tiempo le dedicas. Según estudios mirarlo es lo primero que hacemos al levantarnos y dormimos con el movil a 1 metro de la cama. Recupera el despertador de toda la vida!! Es espeluznante comprobar que miramos el movil más de 150 veces al día y que la mayoría nos lo llevamos al baño (sí, yo también. Prometo dejarlo a partir de ya)
  3. Aplica la psicología positiva con moderación. Desde que hace unos años la psicología positiva se pusiera de moda gracias a libros geniales como los de Rafael Santandreu a veces nos pasamos de rosca. Hay que dejar espacio para otras emociones como la rabia o la tristeza que tienen su función para ayudarnos a aceptar situaciones que no son de nuestro agrado y afrontar cambios difíciles. Nos dan capacidad de reflexión y fuerza para movernos más rápido y transformarnos despojándonos de hábitos antiguos. La próxima vez que sientas rabia, ira o tristeza piensa “La vida es perfecta así”
  4. Contrasta lo que lees y recuerda que en la variedad está la virtud. Siguiendo el hilo de los libros, el tema de la felicidad ocupa cada vez más espacio en las librerías. Algunos escritos tienen muy poca base científica. Con la felicidad, no hay recetas mágicas, ni siquiera esto que yo te digo. Cuanta más ciencia haya por detrás mejor. Además, es bueno alternar distintos tipos de libros. Lee también novelas, cuentos, deja volar tu imaginación.
  5. Lo mejor es enemigo de lo bueno. Dicen las estadísticas que gastamos más de 18 minutos diarios decidiendo qué ver.  A veces queremos tomar decisiones tan perfectas que nos llevan a perder nuestro objetivo. La mejor decisión es siempre la que se toma. A todo podemos verle el lado bueno una vez decidido. Y si te equivocas recuerda “La vida es perfecta” y siempre puedes tomar una nueva decisión

Espero haberte hecho reflexionar sobre cómo puedes sentirte más feliz.

A por una semana vivida intensamente, con alegria, felicidad, tristeza, amor o rabia. Sea lo que sea vívelo con intensidad porque será perfecto.

 

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