Tú sabes cómo acaba esta historia con la que nos encontramos a menudo en el mundo del coaching. Un perfil que replica un patrón. Una persona con alto cargo ejecutivo, con una carrera, un MBA, ha trabajado en varias empresas…. de esas personas que vistas desde fuera se le califica como exitosa. Siempre perfecta, alcanza los resultados, todo lo tiene que hacer bien, duerme poco, siempre conectado al móvil y al ordenador, siempre ocupado, siempre pendiente de que la empresa vaya bien ¿A qué te imaginas cómo acaba la historia? Si has leído El Equilibrista seguro que sí.

En este perfil se suelen ocupar poco de sí mismos.

 

Esta semana ya ha sido intensa en sesiones, la actividad va cogiendo ritmo. Y se ha juntado con que el fin de semana hemos finalizado el último módulo de Facilitación Sistémica en Bilbao.

Los 5 módulos han sido para mí un reconstituyente, un aire fresco. Una forma de parar y sentir en vez de hacer. Este último lo ha sido especialmente. Trajo mi amigo Angel, un crack del trabajo con equipos, una metáfora que quiero compartir. El maravilloso trabajo, muchas veces inapreciable, que muchas mujeres hacen el puerto cuando vuelven los barcos. Se encargan de reparar manualmente las redes para que hagan su función. Sin ello los pescadores no podrían pescar. Y nos ayudó a todos a visualizar lo importante de “parar y reparar”.

Afortunadamente es bastante habitual acudir regularmente al fisio, para cuidar el cuerpo. Poco a poco iremos haciéndolo con nuestra mente. De este fin de semana me he llevado: Humildad, paciencia, apertura, generosidad y amor por las personas. Gracias a todas las que habéis estado en esta promoción, me habéis hecho mejor. 

 

Hoy doble pregunta. Y tú ¿Qué te vendría bien reparar? Y ¿Cuándo paras?

 

Como bonus…..sólo compartir que estas semanas empiezan ya los nervios del Coaching Comedy, que sólo quedan 2 semanas!!!