En el anterior post hablaba sobre las preguntas certeras, la de esta semana es ¿Qué quieres parecer?
En las dos últimas sesiones de coaching ha habido un elemento en común. En ambos casos destacaban que habían visto claro que tenían trabajo por hacer en «ser y parecer». Es muy conocida la frase que respondió Julio Cesar a quienes le pedían que no se divorciara de su esposa Pompeya, alegando que no había cometido ningún acto impuro.
«La mujer del Cesar no sólo debe serlo, sino parecerlo»
Una vez que pones el foco en parecer lo que eres descubres pequeños detalles que pueden marcar la diferencia. Realizas pequeños cambios que te permiten mantener tu esencia y conseguir mejores resultados.
Me recordaba un breve cuento:
Un joven emprendedor tenía el sueño de fundar una empresa a partir de una idea de negocio que llevaba tiempo trabajando. Creía en sus posibilidades y fue presentando el proyecto a todos los contactos que tenía hasta que un día le dieron la oportunidad de presentarlo a unos inversores muy importantes. Se dedicaban a apoyar proyectos similares y tenían una tasa de éxito muy elevada. Él era de Alicante y la reunión sería en Madrid.
El joven decidió ir muy pronto a Madrid para preparar bien la reunión justo antes de celebrarla, así lo tendría bien fresco. Al salir de casa se despidió de su mujer quien le despidió con un beso y un abrazo deseándole suerte. Su pareja se quedó extrañada al ver que llevaba una vieja corbata que le había regalado su padre hacía años; para su gusto podría ir más elegante y moderno, si bien no le comentó nada para que fuera con la moral bien alta.
La reunión fue un éxito, tendría su oportunidad. Al volver a casa lo celebró con su mujer:
– Cariño, ha sido un éxito.
– Me alegro muchísimo. ¡Qué ilusión! Así que te fue bien ir pronto para preparar la reunión.
– Si, me vino bien para ir más seguro y tranquilo. Aunque, en realidad, lo que más me ayudó lo hice ayer.
– ¿Cómo?
– Estuve indagando sobre la empresa. Busqué noticias, fotos y vídeos de los directivos que iban a entrevistarme. En casi todas las fotos llevaban un traje gris y la corbata siempre era de sus colores corporativos. Recordé que tenía una corbata muy parecida. Una que me regaló mi padre hace años. Cualquier que hubiera visto la reunión habría dicho que éramos todos de la misma empresa. Y eso fue determinante, me vieron como uno de ellos.
Desde hace unos meses dedico especial atención a lo que cada día visto, a lo que proyecto al caminar, al dar la mano a las personas que voy conociendo, a lo que transmite mi mirada. Soy consciente de que importa serlo y parecerlo. Y tú ¿Qué pareces? ¿Y qué quieres parecer?