Esta semana me ha encantado una frase que he escuchado en una de mis sesiones. Estábamos desarrollando conceptos de atención al cliente, con un grupo de vendedores con mucha experiencia y con ganas de seguir aprendiendo. La frase en cuestión era:
Si no me miras, no existo
Comentábamos que hay casos en los que vas a comprar algo y el vendedor sigue a su tarea. Incluso hay veces en las que se nota que ha percibido tu presencia y se esfuerza en no levantar la mirada de su ordenador o de sus papeles, intentando centrarse aún más en lo que estaba haciendo. Como si pensara que mientras no mire no pasa nada. Y, efectivamente, es lo que pasa: NADA.
En esos momentos te dan ganas de darte la vuelta e ir a otro sitio. Y es que los problemas no desaparecen por no afrontarlos; las dificultades de la vida se solucionan sólo cuando las afrontas. Unas se solventa fácilmente, otras son más peliagudas. Lo que está claro es que por mucho que mires hacia otro lado la realidad no cambia y para que lo haga tienes que pasar a la acción.
Para ponerlo fácil, el psicólogo Friedrich Perls (1893-1970) nos hizo ver que tampoco hay tantos problemas ni causas de estrés. De todas nuestras preocupaciones:
- El 40% nunca ha ocurrido ni ocurrirá.
- El 30% son cosas que aún no han ocurrido y pueden cambiarse ahora mismo.
- El 12% son problemas muy livianos que no cambiarán en nada nuestra vida.
- El 4% son hechos que por más que queramos no se pueden evitar ni cambiar.
- El 4% son preocupaciones importantes que podemos intentar controlar.
Así que para un 4% de problemas reales que tenemos lo mejor es afrontarlos con la mejor de nuestras sonrisas. Como siempre, la clave es nuestra actitud ¡Siempre nos queda el 92% para disfrutar!