Cómo avanzar en equipo es uno de los grandes retos a los que se enfrenta cualquier líder. Y también parte importante del trabajo de un coach de equipo. Trabajar en relación con otras personas es la parte más difícil en cualquier proyecto; aparecen dificultades de comunicación, coordinación, supuestos, etc.

Si la semana pasada hablaba de la facilitación sistémica, esta semana la he finalizado con una formación en coaching de sistemas organizacionales y relacionales (conocido por sus siglas en inglés ORSC). Es interesante descubrir que uno siempre está en relación con algo o alguien, incluyendo la relación que tenemos con nosotros mismos; desde ahí se abre un nuevo enfoque para abordar nuestro desarrollo personal y profesional. 

Esta formación comprende múltiples metodologías para trabajar con relaciones (sea individual, en pareja o en equipo), yo hoy hablaré de los principales roles que podemos encontrarnos:

Roles externos: son los roles claros que tenemos asignados por la función que tenemos. Pueden ser padre, madre o hijo en el ámbito personal. Director general, responsable de RRHH o técnico de mantenimiento en el apartado profesional. A menudo puede describirse las tareas básicas que debe realizar. Aquí una de las claves es que haya claridad, que tu organización disponga de un organigrama en el que de forma unívoca se identifique quién hace qué y quién es su jefe. A menudo encuentro organizaciones en el que al indagar en el organigrama hay puestos cuyas funciones no están muy claras o incluso personas que no saben identificar bien quién es su jefe.

Roles Internos: Son roles que el sistema necesita para avanzar y que cualquier persona puede adoptar. En el plano personal está quien se encarga de las tareas del hogar, quien lleva las cuentas familiares, el que lleva/recoge a los niños del colegio, etc. En el ámbito de empresa podemos encontrar el pacificador, el innovador, el ejecutor, etc. En este sentido hay herramientas específicas que categorizan roles, de las más conocidas es Belbin. Cada empresa puede hacer su propia categorización. Lo importante aquí es separar las personas de los roles internos que desempeñan, ya que éstos pertenecen al sistema ¿Qué crees que sucederá si se despide al crítico de la organización? Seguramente otro adquiera ese rol porque es necesario para avanzar.

Ocultos:  Son aquellos roles que tenemos cada persona y de los que no somos conscientes. Generalmente desempeñamos con facilidad roles habituales (quizás el simpático, o quizás el de animador) y otros roles podemos desempeñarlos y no lo hacemos a menudo o nos sentimos menos hábiles (el que habla con claridad, el valiente o el que pasa de todo y siempre es feliz). Aquí es interesante indagar en los roles que necesito desempeñar, que me vendrían bien para mis objetivos y que, por lo que sea, no estoy desarrollando.

Fantasmas: Son roles de personas, a veces impersonales, que no están ya presentes en el sistema y que, sin embargo, tienen una gran influencia. Pueden ser en lo personal el abuelo que ya murió, la ex-pareja, el jefe del anterior trabajo, etc. Y en lo profesional el fundador ya jubilado, la gran crisis que vivimos o en lo positivo la fusión que se realizó. Aquí, igual que en los roles internos, es importante separar los roles de la relación, es distinto. Cuando en una pareja te das cuenta de que los celos de la ex-pareja no son parte de las personas sino que están en la relación para que esta crezca… todo cambia.

Y tú ¿Qué roles desempeñas consciente o inconscientemente?

Y como bonus esta semana……….

  • Una frase mágica que nos regaló uno de mis maestros, José Luis Alcaraz: “Estamos al servicio de algo más grande”
  • Y una canción que para mí se ha convertido ya en un mantra, hay canciones inspiradoras y para mí esta es de las mejores tanto por la letra como por la música. Amo mi vida, me siento muy identificado y desde hoy amanezco con #ilovemylife