En uno de mis últimas sesiones aprendí mucho sobre la motivación. Cuanto más me toca el papel de formador más aprendo.

En este caso me hablaron de la motivación permanente, algo que nos encantaría tener a todos ¿o no? Claro, que eso no es fácil. Después de debatirlo un poco llegamos a la pregunta del millón ¿Qué es lo que te motiva a tí?

Lo que nos motiva a cada uno es diferente. Aunque podemos encontrar una pauta común en ello:

  • En casi todos los casos nos motiva encontrar un reto, algo que nos suponga un esfuerzo y que esté relacionado con alguna de nuestras pasiones.
  • También poder compartir con otros nuestras pasiones ayuda a estar más motivado, aumenta el nivel de compromiso con lo que hacemos.
  • Y si podemos mostrar a los demás el resultado de nuestro trabajo; es un acto de generosidad que mejora nuestra satisfacción y motivación.

Y si sumas las tres cosas consigues un efecto maravilloso. Como casi todo, la motivación permanente depende de tí y de tu actitud.

Os dejo un ejemplo de máxima motivación. Un grupo de personas del barrio de Atxuri se unen alrededor de uno de sus hobbies, el ganchillo, para llevar a cabo un proyecto común: decorar el barrio en las fiestas. Un reto que tiene mucho de compartir generosamente, de hacerlo con ilusión, algo que no es fácil y que al conseguirlo saben que creará un ambiente maravilloso y ayudará a vivir más aún su barrio. Para entenderlo os dejo una imagen preciosa del resultado.

 

Y con la magia de la motivación se genera aún más complicidad y eso lleva a que alguien se decida a regalarles un vídeo resumen de ese día. ¡Disfrútalo!

 

Este verano aprovecha para encontrar tus motivaciones y conviértelas en permanentes ¿De quién depende?