Todos queremos ser felices, y hay muchos caminos para ello, la felicidad es efímera y podemos encontrarla y perderla en cada instante.
Vino una persona buscando café y yo le dije «sólo queda té» fue hermoso porque se quedó y empezamos una gran amistad.
Para ser feliz desde el coaching trabajamos varias maneras, compartiré hoy una de ellas.
Los seres humanos somos relacionales y necesitamos el aprecio de quienes nos rodean. De hecho, ese aprecio puede ser positivo (cariño) o (menosprecio), cualquier cosa es mejor que no hacer aprecio.
Podemos esperar a que nos hagan felices. O podemos tomar la iniciativa. Y eso es precisamente lo que te propongo: durante la próxima semana centra tus esfuerzos no en ser más feliz, sino en hacer más feliz a alguien de tu entorno más cercano. Puede ser tu pareja, tu padre, tu madre, algún hijo o amistad,.. Eso te va a requerir cierto tiempo para reflexionar sobre si sabes o no lo que verdaderamente hace feliz a esa persona. Si lo sabes, comienza ya; si no, descúbrelo primero.
Practicando la generosidad trabajas varios aspectos:
- Viendo la felicidad ajena uno se contagia. La felicidad compartida aumenta.
- Reforzarás el vínculo personal con dicha persona y eso mejorará tu sensación de relaciones plenas.
- Hacer importante a alguien te envía un buen mensaje al cerebro: puedes hacer feliz a alguien, eso significa que tienes grandes dotes.
Yo ya tengo mi persona. Y tú…¿A quién vas a hacer feliz esta semana?
Y esta semana como bonus….
- Si aún crees en los Reyes Magos esta es tu opción. En http://reyesmagosdeverdad.org/ puedes elegir una persona y llevarle un regalo. Aumentarás aún más tu generosidad y, por tanto, tu felicidad