En un avión hay turbulencias y parece q se estropea un motor. Todos mal, nerviosos, histerismo. Chillidos y de repente un señor coge el micro dice ser vidente y q ha visto un golpe fuerte y q se salvan los pilotos q emergen de entré el polvo y tras ellos los pasajeros, no ha podido contarlos pero eran muchos. Y no ha visto sangre ni heridos. Esta nervioso y no ha podido concentrarse más, lo seguirá intentando. Y va a ir pasando imponiendo las manos para calmar a la gente.

Cuando están aterrizando en un descampado comunican q se tienen q poner. En un lado del avión todos, rápidamente lo hacen, se organizan. Las azafatas cogen el control y los pilotos con tierra planean el aterrizaje forzoso mientras estabilizan el avión indicando a la gente, dcha. Ahora izda…. El golpe es brutal no consiguen estabilizar el avión. Pero se salvan más de la mitad.

Le preguntan al joven por su premonición. No soy vidente, tenía claro que había opciones pero si queríamos aprovecharlas había que creer en ellas y estar atentos para verlas cuando apareciera. Era una forma de dar fe a la gente para q mantuvieran su atención. Así pidieron seguir las indicaciones de pilotos y azafatas, sin las cuales habríamos muerto todos. Nuestra fe en nuestras opciones nos llevo al éxito