El anterior artículo hablaba de motivación y felicidad. Acababa con una pregunta sobre automotivación ¿Qué haces para motivarte cada día?

Comparto aquí un ejemplo que salió en una de mis últimas formaciones en ventas para una compañía de automoción. Poniendo en contexto el sector pensad que llevan varios años de crisis y que tienen una presión increíble para conseguir resultados porque una parte importante de su sueldo es variable. Comentaban lo duro que es trabajar de cara al público, la media de antigüedad superaba los 18 años. Todos expertos y también algo cansados de tener que tratar con tantas personas de tan distintos caracteres.

 

Les pregunté sobre lo que tenía de bueno la atención al público y todos coincidían en que es muy gratificante cuando asesoras bien a alguien. Al tomar conciencia de ello se les dibujó una sonrisa en la cara; en verdad es muy satisfactorio cuando sientes que has contribuido en que un cliente acabe satisfecho Llegó la pregunta del millón:

  • P: ¿Cuántas veces al día os recordáis lo bien que habéis asesorado a tal o cual cliente?
  • R: Ninguna.
  • P: ¿Cuántas veces os lo recuerdan vuestros clientes?
  • R: Pocas, muy pocas.

En el ritmo de vida actual todos los errores se magnifican rápidamente y, sin embargo, cuando lo haces bien no se difunde tan rápidamente. Entonces ¿Qué hacer? Podéis empezar por ponérselo fácil a vuestros clientes y darles la oportunidad de que os lo digan.

  • P: ¿Cuántas veces les preguntáis cómo les habéis atendido?
  • R: ¡Casi nunca! (Aun siendo conscientes de que es el ABC del vendedor. Esto es un clásico en los cursos de ventas que imparto)

Así funcionamos en general, algo que nos da motivación, la parte buena de nuestro trabajo, y le damos poca importancia. Para empezar a cambiarlo fijamos el primer paso: Cuando a un cliente creas que le has atendido bien, al finalizar, le preguntas

“¿Qué tal le he atendido?”

Si crees que le has atendido bien la respuesta será un refuerzo positivo y sentirás que tu trabajo tiene sentido, tu motivación aumentará. En caso contrario seguro que aparece una buena oportunidad de mejorar.

 

Y a tí ¿Qué te motiva de tu trabajo actual? ¿Qué vas a hacer para que eso que te motiva suceda cada día?