Hablo de enamorarse del trabajo y no de dedicarse a la vida contemplativa, que si puedes permitírtelo también es una opción. En mi caso no puedo y aún pudiendo me buscaría la forma de regalar mi esfuerzo.

Eso sí, llevo tiempo buscando la manera de que ese trabajo sea gratificante y que los lunes se liberen de esa carga negativa que llevan pasando a ser un día tan bueno como los viernes. Sólo he encontrado una fórmula: Trabajar en aquello que es tu pasión, tu mayor afición.

Dejarás de trabajar cuando te dediques a tus pasiones y puedas vivir de ellas. Trabajarás igual un lunes que un sábado o descansarás lo mismo un martes que un domingo. Te equivocarás y pensarás en cómo poder hacerlo mejor. Tendrás éxito y querrás seguir aún mejorando cada día. Te irás a la cama y pensarás que el día ha merecido la pena (la mayor parte de los días, nadie te va a librar de los días malos).

 

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Por eso te animo a que dejes de trabajar y comiences a disfrutar. Puedes hacerlo, casi con seguridad, en tu actual trabajo; basta con que le pongas ilusión e imaginación para convertir tu ocupación en algo extraordinario. Y si crees que es imposible (te recomendaría que lo intentaras otra vez, no está el trabajo como para andar rechazando) entonces cambia; cambia tu trabajo o cambia de trabajo, cambia algo cuanto antes.

Para mí ahora mismo mis pasiones son el coach y el clown así que trabajando el clownching busco ese camino. ¡De momento funciona! Busca y #Persiguetussueños  Busca cómo poder vivir de tus pasiones; si no buscas tú la fórmula nadie lo hará por tí, el resto del mundo está buscando su pasión y no la tuya.