¿Cómo acabarías tú esta frase? La generosidad es la característica que nos hace sentir más felices. Las causas no están científicamente determinadas aún.

Será porque vemos la felicidad en la cara de quien recibe nuestra generosidad, será porque nos hace sentir que compartimos, será porque lo que tenemos adquiere sentido al poder compartirlo. Lo cierto es que todo lo bueno compartido se agranda y lo malo al repartirlo se hace más pequeño.

Lo mejor de todo es que para ser generoso no hace falta tener dinero, de hecho, dar dinero tiene su efecto positivo. Cuando regalas algo inmaterial el resultado se multiplica. Y todos tenemos mucho que ofrecer: nuestra amistad, nuestro conocimiento o habilidad en alguna materia, nuestra sonrisa, una mirada cómplice, nuestros consejos, o simplemente un hombro en el que apoyarse. Basta con que cada vez que tengas a tu lado alguien que te necesite le ofrezcas tu ayuda, fíjate en su cara de gratitud y ¡disfruta! ¿Cuántas veces al día se acerca alguien a tí para ofrecerte ayuda o hacerte un regalo?

Y lo mejor de todo es que la actitud generosa provoca un efecto increíble de atracción a la generosidad. Por eso mi frase acaba así:

“Cuanto más das….más recibes”

¿Cómo acaba la tuya?