Entramos en la semana de la tristeza. Transitando desde el miedo. No es bueno ni es malo, simplemente es.
Esta semana iniciaba el lunes festivo triste, sin saber muy bien por qué. Me tuve que recordar a mí mismo el impacto de la consciencia colectiva y el momento de la curva de cambio que estamos atravesando. Me fue difícil lanzar el mensaje de «los lunes con energía» en mi cuenta de Instagram
Aún estamos conviviendo con el miedo y ya vamos flirteando con la tristeza. Es una emoción difícil, con la que nos cuesta estar; no nos han enseñado a relacionarnos bien con ella. Si la emoción es energía en movimiento esta es de las lentas, pausadas. Es justo lo que necesitamos para parar y pensar (recuerdas la «parepia«?), para integrar aprendizajes y tomar la determinación de cambiar. En sí mismo es triste que necesitemos dolor para cambiar, y la verdad es que ayuda. Como humanos tendemos a buscar el placer y huir el dolor, somos así de básicos.
Así que te animo a que abraces la tristeza; a que la dejes tomar espacio en tí. Sin combatir con ella, sin resistirte. Observándola con curiosidad, permitiendo su presencia. Recuerda que es el paso previo a la aceptación, a la determinación a empezar a mirar hacia adelante desde una nueva realidad, más reforzado. Pensamos que la plenitud sólo puede alcanzarse con la alegría y te animo a descubrir cómo es estar en plenitud en la tristeza. Es posible.
¿Qué podemos hacer con la tristeza?
A parte de aceptarla y agradecer su visita podemos ayudarla un poco. Cada persona debe encontrar su ritmo y su forma de transitar cada emoción. Yo comparto lo que estoy utilizando por si os inspira:
- Meditar. La verdad es que meditar me ayuda siempre
- Recogerme, pasar tiempo a solas
- Hacer actividades solitarias y tranquilas. Cocinar, arreglar algún desperfecto de la casa, instalar algo nuevo
- Lectura de algo que no esté relacionado con el trabajo
- Escuchar música tranquila
- Ver un vídeo motivador o divertido. Debajo te dejo uno mío
- Pensar en algún milagro, que los hay. Por ejemplo, el nacimiento de Álvaro el hijo de un buen amigo, rodeado de COVID. O el padre de una amiga que lleva 30 luchando contra el coronavirus, y yo apuesto por él.
- Recordar lo afortunado que soy. Tengo familia y podemos confinarnos juntos, casa, agua caliente, calefacción, comida….soy un privilegiado. En general los seres queridos me ayudan a estar centrado y restar importancia a lo que me entristece.
Y la que no me falla nunca, animar a alguien. Pase lo que pase siempre encuentras personas en tu entorno que lo están pasando igual o peor. Eso, en sí mismo, no me consuela. Cuando paso a la acción y trato de animarles, ayudarles, acompañarles o sacarles una sonrisa entonces sí, entonces todo cambia.
Poniéndolo en práctica. Un poema, una pregunta y un mensaje
Soy un apasionado de practicar todo lo que cuento. De hecho, creo que cuento cosas para obligarme a practicarlas. Así que voy a tratar de animarte. Con un poema y un vídeo que contiene una pregunta de reflexión y un mensaje positivo.
Te dejo como regalo el poema que ha escrito un buen amigo. Lo hizo con todo su amor, dedicado para un amigo que lo está pasando mal. A mí me emocionó y por eso comparto este regalo.
Y ahí va el vídeo. A por esta semana en la que el Coronavirus nos ha hecho la Pascua (soy un crack de los chistes malos!!)