Vamos como motos y todo el mundo se queja de todo ¿Qué cambia cuando te conectas con tu propósito?

Vamos como motos por la vida

Es un momento difícil y todo el mundo se está quejando: de llevar mascarilla, de quien no la lleva, de los protocolos, confinamientos,… Y mientras, vamos por la vida como motos, con nuestro objetivo en la cabeza, con nuestras preocupaciones. Y esas quejas…!son una mierda! nos despistan del objetivo, nos incomodan y nos hacen perder energía.

 

Lo que cambia cuando conectas con el propósito

El hecho de conectar con el propósito nos ayuda a estar más centrados, a ver las cosas con una mayor claridad; nos permite responder a lo que sucede de manera consciente. En el día a día actuamos generalmente sin pensar, reaccionando a lo que vivimos de forma automática. 

Conectar con el propósito es como sintonizar la emisora que más nos gusta, la que pone siempre nuestra música favorita. Cuando estamos acercándonos al propósito estamos disfrutando, se nos pasa el tiempo volando y todas las decisiones parecen evidentes. En ese momento te conviertes en mejor persona y te sientes bien. Todo eso es visible a tu entorno, te aparece un brillo en la cara y en los ojos que ilumina tu alrededor. Y la gente lo nota, estás en tu salsa y eso engancha.

Un ejemplo práctico

Trabajándolo en una sesión de coaching exploramos qué pasaba al conectarse con el propósito (en este caso “ayudar a las personas a crecer”) y…fue increíble notar cómo la energía cambiaba al ver que era una oportunidad para escuchar y dar confianza a esas personas, para que crecieran.

Además gracias a la facilitación sistémica puesto en el suelo hacía muy fácil verlo. Si voy como siempre, como una moto, es súperincomodo. Si me muevo y conecto con mi propósito….puedo estar tranquilo y aprovechar la oportunidad que se abre.

 


¿En qué momentos te iría bien conectar con tu propósito?