Este pasado puente he recibido un montón de cariño. De mi pareja, de mis hijos, de mis amigos….y también de gente que he ido conociendo.

Fui a visitar las Hoces del Duratón y me llevé 3 buenos ejemplos:
– Isabel, de la Casa Rural Hoces del Duratón (Míralas aquí y alucina) . Una casa maravillosa situada en Carrascal del río. Recomiendo ir porque Isabel le ha dado a la casa esa energía que tiene y todo está cuidado con mimo

– Carlos, guía de la Cueva de Enebralejos (admíralas aquí). Una cueva que está bien, como muchas otras. Él la hizo especial. Puso pasión, contó chistes y anécdotas, enganchó a los más peques que incluso preguntaron (algunas preguntas muy buenas). Vete a ver la cueva y, en especial a Carlos.

– Ana, guía turística de Sepúlveda (Verla en Sepúlvedaviva). Que ha puesto en marcha unas visitas teatralizadas que te atrapan con su historia. Te hace amar esa tierra y admirar cómo ha llegado hasta aquí.

Visité otro montón de sitios donde otras personas no pusieron tanto de su parte. Personas que si las sustituyes por una máquina poco cambiaría. Esto de poner de tu pare es opcional.

En todo lo que hacemos podemos ponerle cariño. En todas las entrevistas del Podcast quien viene está poniendo mucho cariño. Las últimas con Alex Galofré y Lourdes Lancho.

Y tú ¿Cuánto cariño le quieres pones a lo que haces?
.